Historia del Municipio de Cabrerizos

Junto a lugares que han pasado a la Historia como protagonistas, otros, con iguales o mayores merecimientos, no han tenido la suerte de hallar el cronista que resalte sus méritos o, como en el caso de Cabrerizos, han visto cómo Fray Luis hacía desviar la atención hacia uno de sus anejos, La flecha, cuyo brillo ha dejado en la sombra a Cabrerizos, presentado en el Diccionario Geográfico de Madoz(1) como lugar con ayuntamiento al que están agregadas las alquerías Aldehuela de Guzmanes y la aceña de La Flecha y Rivas. Tiene... iglesia parroquial (San Vicente Mártir)...; a esta parroquia se hallan agregados Aldealengua, Aldehuela y La Flecha y poco más añade don Pascual Madoz si exceptuamos unas notas sobre la situación geográfico-sanitaria de Cabrerizos: a unos 300 pasos de la margen derecha del río Toretes, Asobre uno de los cerros que por aquel lado dominan el terreno; le combaten todos los vientos, y aunque el clima es sano, se padecen dolores de costado, tabardillos y terciaras...

Pese a su brevedad, el texto de Madoz es uno de los más amplios que conocemos y sus noticias deberán completarse con las que proporciona para comienzos del siglo XVII El Libro de los lugares y aldeas del obispado de Salamanca(2).

Este lugar está de Salamanca media legua, tiene vecinos 45 y una iglesia, de cantería, muy bien labrada, con su torre y en ella quatro campanas, tiene sacristía buena y está muy bien probeyda de ornamentos, su cruz de plata y una capa y dos cassullas de terciopelo carmesí muy bien bordadas y otra cassulla verde con su cenefa de brocatel y otra cassulla blanca muy bien bordada y dos frontales de damasco buenos, ropa blanca vastante .... Ay un benefizio curado que posee Juan Rodríguez, natural de Guadramiro... Ay una capellanía que fundó Miguel Juan, vezino del mismo lugar...

En esta dicha iglesia están mandadas hazer unas crismeras de plata y una custodia para el Santísimo Sacramento conforme al parecer y traça que dio el obispo mi señor, y para esto se há mandado a el benefiziado trayga la plata sobrada que ubiere en la iglesia. Más está mandada hazer una alfombra o rrepostero para la grada del altar.

Además de las breves noticias que nos proporcionan el Diccionario y el Libro de los lugares, el nombre y algunos datos sobre Cabrerizos aparecen en diversos documentos procedentes del archivo del cabildo catedralicio de Salamanca y de los fondos municipales salmantinos; tierras, aceñas, viñas y casas situadas en Cabrerizos figuran entre las dejadas o vendidas al cabildo o a alguno de los canónigos de la catedral de Salamanca por el chantre Pedro en 1240, por Alonso Rodríguez y su mujer Inés Martínez en 1304, por Aldonza Fernández en 1329, y por Juan Fernández poco antes de 1344; los datos de origen eclesiástico se complementan con las noticias sobre un pleito por los derechos de la Iglesia en Cabrerizos entre el cabildo de la catedral y un tal Juan de Valladolid en 1451(3).

Por último, figuran menciones a las propiedades y derechos que tiene el cabildo en el lugar de Cabrerizos y su término en el Libro de los Préstamos, del siglo XIII, en el Libro del Benedictus, de fines del mismo siglo y en el Libro de Apeos del cabildo catedralicio de Salamanca de los años iniciales del siglo XV, el último de los cuales incluye el acta de la visita realizada a las 5 posesiones del cabildo en Cabrerizos: 22 tierras, 2 viñas, 3 prados, 1 era, 2 casas, según Domingo García, Ferrán Domínguez, Florencio Martín y Juan Martín tras jurar sobre la señal de la cruz en que posieron las manos corporalmente: el texto aportado por José Luis Martín Martín dice lo siguiente(4):

..comarca donde campesinos, molineros y ganaderos como los de Cabrerizos asistían como testigos impotentes a los enfrentamientos entre los bandos y a las usurpaciones realizadas desde el poder concejil salmantino por personas como Gonzalo de Villafuerte que controlaba la Aldehuela y Cabrerizos, las tierras en las que pastaba el ganado destinado a las carnicerías salmantinas, o como el regidor Juan Vázquez Coronado que junto con el citado Villafuerte controlaba el pescado y las maquilas de las aceñas situadas sobre el Tormes en término de Cabrerizos, pueblo que si fue testigo más que protagonista está hoy en vías y en condiciones de hacer su propia historia.

Viernes veynt et seys días del mes de mayo...

El curioso que aspire a escribir la Historia de Cabrerizos podrá y deberá consultar además el manuscrito conservado en la Biblioteca Nacional de Madrid(5) con la protesta elevada por el concejo de Salamanca contra quienes, a veces desde los cargos concejiles, habían usurpado tierras y derechos del concejo en diversos lugares del alfoz salmantino entre 1433 y 1453; en este texto pueden verse las siguientes referencias a Cabrerizos:

Sepa vuestra alteza e señoría que las cosas que...

Con tan escaso bagaje informativo resulta obligado aceptar que Cabrerizos fue más testigo que protagonista de una historia que otros hicieron y, aunque para un historiador no seria lícito, permítase al pregonero imaginar qué pudieron ver los antiguos habitantes de Cabrerizos, a qué hechos asistieron y cuál fue su reacción aunque para ello tengamos que recurrir a documentos de zonas próximas.

Nada sabemos sobre la fundación del lugar y aunque parece prematuro, con un poco de buena voluntad y una cierta dosis de imaginación, puede aceptarse con el autor del informe redactado para dotar a Cabrerizos de Escudo Heráldico, que Cabrerizos -su anejo Rivas- es el Ripas que citan las crónicas como repoblado y fortificado por Ramiro II de León tras la batalla de Simancas del año 939, batalla en la que según algunas fuentes murieron 3.000 musulmanes y según otras no menos de cincuenta u ochenta mil.

Vencedor en el campo de batalla, Ramiro fortificó diversas plazas en las cercanías del Tornes, concretamente, Salamanca, Ledesma y Ripas que si es la alquería aneja a Cabrerizos explicaría la inclusión en el escudo de una fortaleza en torno a la cual se aglutinó una colonia de gente fronteriza dedicada al pastoreo de ganado caprino, hasta conocerse con el tiempo el lugar por Cabrerizos o de pastores de cabras, animal que aparece en el cuartel izquierdo mientras que en el derecho figura el castillo y una media luna en recuerdo de la derrota de los musulmanes.

Puerta

La victoria cristiana fue acompañada o anunciada, según el arzobispo toledano Rodrigo Jiménez de Rada, por un eclipse solar de una hora de duración, eclipse que tal vez llevó a Gonzalo de Berceo a situar en esta batalla la llegada en ayuda de los cristianos de Santiago y de San Millán, enviados por Dios para poner fin al Tributo de las Cien Doncellas, tributo legendario que se encuentra en la base de la no menos legendaria batalla de Clavijo en recuerdo de la cual leoneses y castellanos darían cada año una parte de su producción a la iglesia de Santiago de Compostela y al monasterio de San Millán de la Cogolla. Todavía hoy se recuerda esta donación, suprimida en el siglo XIX, con la ofrenda que cada año, el día de Santiago, hace al apóstol el Jefe del Estado.

Aunque Santiago y San Millán hicieran posible la creación de Rivas-Cabrerizos, la iglesia no fue dedicada a estos santos sino a San Vicente, martirizado en tiempos de Diocleciano, y cantado nada menos que por San Agustín en prosa, y en verso por Prudencio cuyas palabras merecen el comentario de un predicador más que el de un pregonero. Puestos a imaginar y a rehacer una historia de la que tan poco sabemos, nada cuesta suponer que llegara hasta Cabrerizos otro Vicente, Ferrer,y hasta es posible que en la iglesia local repitiera el sermón sobre su homónimo al que atribuye nada menos que cinco sabidurías: física, teológica, apostólica, angélica y heroica. La primera le llevó, y debería llevar a los cristianos, incluso en días de fiesta como los que celebra hoy Cabrerizos, a abstenerse de los placeres, especialmente del vino porque éste lleva a la lujuria, que embota y oscurece el entendimiento; siguiendo el ejemplo de Vicente y de otros sabios también deberá el cristiano, según Ferrer, alejarse de los negocios temporales aunque -añado yo- sin llegar al extremo del filósofo que porque cuando quería estudiar se distraía con...

Al margen de estas elucubraciones, posibles pero poco o nada históricas, el primer dato que poseemos sobre Cabrerizos se encuentra en el testamento del maestre Pedro, chantre de la catedral de Salamanca quien en 1240 redacta el siguiente documento, que traduzco del latín al castellano en las partes que afectan a Cabrerizos:

En el nombre del Padre, del Hijo y del...

Aparentemente inexpresivo, el documento ofrece numerosas posibilidades de interpretación y puede servir de punto de partida para hablar de la composición del cabildo catedralicio y del papel desempeñado por el cantor Pedro, de la creación de rentas con las que se paga a quienes acuden a celebrar los aniversarios de los benefactores, de los centros de devoción de la época (iglesias y monasterios a los que se hacen donativos)... y de las bases económicas de Cabrerizos en el siglo XIII y hasta hace pocos años: tierras de cereal, aceñas, huertos, viñedos y ganado vacuno y ovino figuran en el documento de 1240 y cuando Madoz habla de la producción del lugar menciona trigo, cebada, algarrobas, garbanos, muelas, guisantes y hortalizas cultivadas en las laderas que miran al río; hay cría de ganado lanar, vacuno, cerdoso y asnal y reduce la industria a la que ejercen algunos vecinos que portean vino a Salamanca, además del que se consume en la taberna del pueblo, que por su cercanía a aquella capital no deja de ser concurrida ¿como ahora?

Entre los beneficiarios de las mandas de Pedro figura la catedral, la iglesia de Santa María que, con el tiempo, se convertirá en uno de los mayores propietarios del lugar. La catedral recibe mandas directas y, a través de Teresa -si ésta muriera sin hijos- recibiría otros bienes. Fuese cual fuese la procedencia de estos, sus rentas serían distribuidas entre los capitulares que asistieran a los oficios divinos y a la conmemoración de los cabos de año del donante y de sus padres, asistencias de las que se lleva una rigurosa contabilidad en libros como el ya citado de Benedictus.

Una lectura maliciosa del documento podría llevarnos a convertir a Teresa, tal vez también a Sancho, en sobrinos-hijos del chantre claramente diferenciados de las sobrinas que reciben una pequeña cantidad en dinero. Parecen avalar esta interpretación las cláusulas que convierten los bienes de Teresa en su dote y los ponen lejos del alcance del o de los maridos que pueda tener; si del matrimonio nacen hijos, ellos heredarán la dote y si no hay hijos los bienes pasarán a los consanguíneos de Teresa, ¿distintos de los del donante?, mientras vivan y después a manos del cabildo catedralicio que se convierte así en el vigilante de Teresa para evitar que ella o su marido puedan disponer de bienes de los que sólo tienen el usufructo.

Sin duda, el bien más rentable que posee el chantre Pedro son las aceñas cuya explotación podemos saber algo a partir del acuerdo al que llegan por estos mismos años los herederos de la azuda de Olivares en Zamora y el cabildo catedralicio de Zamora(6): la construcción de aceñas es cara y en muchos casos es un monopolio señorial, un negocio que sólo el señor feudal puede explotar y que utiliza para obtener beneficios y, además, hacer sentir su autoridad; en el valle del Duero, la construcción de las aceñas es obra de los vecinos, que colaboran económica o personalmente y se reparten por horas o días la explotación; en los primeros momentos, el dueño se encarga personalmente de moler pero a medida que las partes se dividen y aumenta el número de herederos o llegan los derechos sobre las aceñas a mujeres y clérigos que no pueden hacerse cargo directamente de la explotación, se buscan profesionales que realicen la molienda en nombre de los dueños, de los herederos, y no tardarán en ser reguladas las relaciones entre unos y otros a través de un tribunal que, en cierto modo, puede recordar el Tribunal de las Aguas de Valencia. En este tribunal o Cabildo se toman medidas contra los maestros y herederos que se insultan entre sí, contra quien se extralimita en sus funciones, se apropia de bienes que no le pertenecen, muele ocultamente...

Precisamente, el interés económico de las aceñas llevará a personas como el regidor de Salamanca Juan Vázquez Coronado a apoderarse de ellas, y los conflictos entre los bandos impedirán que Salamanca pueda reaccionar contra quienes usurpan sus derechos en aceñas y en lugares como Cabrerizos y su anejo Aldehuela usurpado por Gonzalo de Villafuerte de acuerdo con una táctica que ha sido definida por Nicolás Cabrillana con las siguientes palabras, con las que finalizo este ya largo y me temo que aburrido pregón:

...El procedimiento es siempre el mismo...

...comarca donde campesinos, molineros y ganaderos como los de Cabrerizos asistían como testigos impotentes a los enfrentamientos entre los bandos y a las usurpaciones realizadas desde el poder concejil salmantino por personas como Gonzalo de Villafuerte que controlaba la Aldehuela y Cabrerizos, las tierras en las que pastaba el ganado destinado a las carnicerías salmantinas, o como el regidor Juan Vázquez Coronado que junto con el citado Villafuerte controlaba el pescado y las maquilas de las aceñas situadas sobre el Tormes en término de Cabrerizos, pueblo que si fue testigo más que protagonista está hoy en vías y en condiciones de hacer su propia historia.

 

(1) Pascual MADOZ, Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España g sus posesiones de ultramar, Madrid 1845-1850. Los datos referentes a la provincia de Salamanca han sido recogidos en un solo volumen por editorial Ámbito, Valladolid 1984 y por la Diputación Provincial, Salamanca 1984. En la edición de Ámbito, que sigo, Cabrerizos se encuentra en la página 80.

(2) Libro de los lugares g aldeas el obispado de Salamanca (Manuscrito de 1604-1629) . Introducción y transcripción de Antonio CASASECA CASASECA y José Ramón NIETO GONZÁLEZ, Universidad de Salamanca 1982. Las referencias a Cabrerizos se encuentran en las páginas 19 y 2Ol-202.

(3) El primero de estos documentos, de los que se conserva la versión latina y un resumen en castellano, ha sido publicado por José Luis MARTÍN MARTÍN, Luis Miguel VILLAR GARCÍA, Florencio MARCOS RODRÍGUEZ y Marciano SÁNCHEZ RODRÍGUEZ, Documentos de los archivos catedralicio y diocesano de Salamanca (siglos XII-XIII), Universidad de Salamanca, 1977, docs. 198 y 200, págs. 282-285 y 285-286. Las referencias a los demás documentos se encuentran en la obra de Florencio MARCOS, Catálogo de Documentos del Archivo Catedralicio de Salamanca (Siglos XII-XU), Salamanca 1962, págs. 94, 103, 110 y 1176.

(4) Sobre estos libros y su significado, véase la obra de José Luis MAlirÍN MARTÍN, El patrimonio de la Catedral de Salamanca. Un estudio de la ciudad y el campo salmantino en la Baja Edad Media, Diputación de Salamanca, 1985. La obra no incluye la edición de los textos, que fueron incluidos en la versión original de la tesis de doctorado, de la que tomo Alas referencias.

(5) Biblioteca Nacional de Madrid. Sección de Manuscritos. Documento: Rés. 233.

(6) El documento, transcrito por Marciano Sánchez, se encuentra en el Tumbo Negro de Zamora, fol. 160 v.-162 v.


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